DÍA 7: SAN JOSÉ EN LA ENCARNACIÓN


San José se quedó perplejo observando el estado de María; siendo justo y virtuoso, no acusa, pero, por humildad, imagina que debe separarse de María.

 El Ángel, en nombre de Dios, le descubre el Misterio y su misión en la Tierra; acerca de ese Misterio, ¡qué alegría y qué honra para el Patriarca! 

 El Ángel le da la instrucciones de imponer al Dios Humanado, el Nombre con que sería conocido: el Santísimo Nombre de Jesús. ¡Qué alegría saber que va a cuidar del Salvador del Mundo! 

FRUTO:
Guardar de sospechas y juicios temerarios. 

INVOCACIÓN: 
Haced, San José, que Jesús sea, para mí, verdadero Salvador. Amén. 

ORACIÓN: 
Oh Dios, que por inefable Providencia te dignaste escoger a San José por Esposo de Tu Madre Santísima; concédenos, te pedimos, que merezcamos tener por intercesor en el Cielo, a aquél que veneramos en la tierra como Protector. 
Tú, que vives y Reinas por los siglos de los siglos. 
Amén.