MARZO, MES DE SAN JOSÉ
San José fue purísimo en el alma y en el cuerpo, a semejanza de JESÚS y de MARIA, modelos de perfección. Fue también purísimo en las intenciones. Estaba siempre en presencia de Dios, y sabía por la fe que a Jesús no se oculta los secretos e intenciones de los corazones.
FRUTO:
Hacer todo con recta intención.
INVOCACIÓN:
San José Purísimo, hacedme vuestro imitador en la virtud de la pureza. Amén.
ORACIÓN:
Oh Dios, que por inefable Providencia te dignaste escoger a San José por Esposo de Tu Madre Santísima; concédenos, te pedimos, que merezcamos tener por intercesor en el Cielo, a aquél que veneramos en la tierra como Protector. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.